martes, 18 de enero de 2011

La clarividencia (1936)


   “Este cuadro es realmente curioso. Un pintor está en pleno esfuerzo pictórico inspirándose en un huevo que está sobre la mesa, pero resulta que lo que aparece en el lienzo no es el huevo sino un pájaro volando. No sabemos qué sucede tal vez el pintor se adelanta a los acontecimientos, o su inspiración es sólo parcialmente pintada, o la escena busca la provocación del absurdo, es realmente inquietante.”
Esta sería la interpretación mundana más corriente que a en mi opinión puede darse, sin embargo ¿Quién, con absoluta convención puede afirmar que del huevo nazca un pájaro?
Como he dicho, el pintor dibuja un pájaro mediante la contemplación de un huevo, esto no puede quedarse anclado en un mero acto anticipatorio de acontecimientos, su abstracismo es aún mayor. Las imágenes no poseen ninguna importancia dentro del cuadro, el huevo no nos conduce al pájaro inevitablemente y viceversa. Lo que realmente importa de las imágenes es su carácter evocador, es decir, es insignificante que la inspiración del autor en tanto que observa al huevo provenga de este, o de un pájaro o incluso, yo que sé, de una taza de té. Lo que realmente importa es que el propio autor desee pintar un pájaro, es  decir, el poder conceptual no está en el huevo, si no en la inmanencia del acto de conciencia por que el que surge el pájaro, que será plasmado en el lienzo, como representación una e inmutable de la multiplicidad de pájaros.

2 comentarios:

  1. Gracias por tus comentarios... abren la mente y la mirada

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  2. La actitud de proyectarnos al futuro, en la adaptación a la vida universitaria

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